Manuel Quesada
Si en Alemania a estas alturas de la película se le ocurre a alguien justificar de este modo los crímenes nazis, ya os podéis imaginar lo que le pasaría. En Italia, respecto de Mussolini, tres cuartos de lo mismo. Hubo un proceso en Nüremberg que, aunque poco, sirvió para algo.
Aquí en España resulta que los franquistas no eran fascistas y, por lo tanto, sus crímenes fueron "justicia divina". ¿Qué queremos?.
A los setenta años del golpe de Estado que dio el dictador, nos hemos hecho con una Ley de Memoria Histórica que no sirve ni para esclarecer las cosas, porque una determinada gente no la admite.
Y ni el Estado, ni las Autonomías, ni los Ayuntamientos hacen nada por su cumplimiento, precisamente porque la mayoría de sus dirigentes-responsables son franquistas, al parecer. Por sus obras
los conocemos.
Desde el Centro, si es que existe, hasta la izquierda racional y democrática (no sé exactamente dónde está el límite, nadie lo sabe) se ha hecho en los últimos años, desde la muerte del dictador,
lo que no está en los escritos por borrar el pasado y olvidar. Hemos llegado a acuerdos impensables, hemos aceptado la monarquía heredera de ellos, hemos soportado estoicamente la participación
"democrática"de todos sus seguidores para lo que únicamente se han puesto el uniforme de demócratas, pero todos conocemos de sus sentimientos y lo que llevan en el corazón y nos están
fragmentando la izquierda con sus malas artes para perpetuarse en el poder y continuar con lo mismo.
¿Hasta cuándo?. Cuando se van a cumplir en este país las leyes democráticas y se van a condenar estos delitos de intencionalidad política?.
Sencillamente (no francamente ni realmente, jajaja) hasta que no se hagan cumplir las leyes democráticas, mientras hayamos de continuar exigiendo que se retiren los nombres de las calles, las
cruces con los nombres de caídos "por Dios y por España" y mientras permanezcan ciertas estatuas, imágenes y banderas en lugares públicos como si tal cosa, no estaremos en un democracia plena, y
así nos va.
Que no les sirva de excusa que tenemos relaciones internacionales porque a los cuatro días de terminar la Segunda Guerra Mundial ya estaba Franco llegando a acuerdos con EEUU, claro, vendiendo
nuestras bases y muchas otras cosas por un plato de lentejas. No, no es explicación alguna, los españoles tenemos derecho a olvidar, a que se retire de la vida política y social todo vestigio del
franquismo y a que estos bandidos se retiren de la vida política, o paguen por su actitud fascista y antidemocrática.
Si queremos una democracia plena, hemos de exigirlo ya, o refugiarnos en el palacio de invierno hasta quién sabe cuándo, porque los que conocimos el franquismo y sabemos lo que era ya somos
mayores y las nuevas generaciones ni se imaginan ni saben, ni quieren saber nada de aquello.
Mal rollo. De verdad, muy mal rollo.
NOTA: He de señalar que ni los de mi casa ni yo mismo sufrimos
ninguna causa de la represión franquista, lo que no quiere decir que no me sea deleznable su régimen y que quiera para mi país y para todos los españoles una democracia real, justa y en plena
libertad.
Me gustaría ver que la hemos alcanzado antes de que me llegue la muerte.
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