José Manuel Rodríguez
Repasando hace unos días ciertos artículos de prensa, en los que se hacía referencia a los grandes despilfarros de los caudales públicos por parte de nuestra clase política, ya fuesen obras y eventos faraónicos, ya fuesen meteduras de mano en el cajón, en todas ellas quedaba el poso amargo de la ciudadanía de ver que tales acciones no solamente quedaban impune penalmente, sino que incluso no había una reprobación y una condena política por tales acciones en toda regla.
Esto nos hace pensar de la poca "cultura democrática" que hay desde este lado de los Pirineos. El que estemos en el mapa de Europa no quiere decir que seamos "europeos". Si no pasen y lean.
En los países democráticos anglosajones y Estados Unidos existe una figura del Derecho que se denomina "impeachment", por el cual el Parlamento o Congreso puede aprobar el procesamiento y juicio de cualquier alto cargo político, incluidos los ministros y el presidente y encargarse del juicio del acusado, de tal forma, que declarado un impeachment contra un político, este tiene que hacer frente a su responsabilidad, con la posibilidad de ser condenado a la destitución de su cargo, y la inhabilitación para otros cargos públicos.
El Artículo Primero de la Constitución de EE.UU garantiza que los altos funcionarios puedan ser procesados la Cámara de Representantes a causa de delitos graves, siendo necesarios las dos terceras partes de los votos de los senadores (no como en España, que un partido con la mayoría absoluta impediría este proceso).
Por este procedimiento han sido procesados varios presidentes. Uno de ellos Bill Clinton (1998-1999) que fue absuelto (por un lío de faldas), y otro Richard Nixon que interrumpió el proceso al dimitir de su cargo en 1974 tras la aprobación de su impeachment, (por el caso Watergate; un lio de espionaje político)
Por supuesto nada que ver con el "choriceo" de Bárcenas, y demás ralea, ya que esto sería impensable en los países antes mencionados, con una gran tradición democrática.
El término impeachment literalmente significa "bochorno", y tiene su origen en la Edad Media, cuando el parlamento inglés lanzó acusaciones contra el rey y sus colaboradores por derrochar caudales públicos, avergonzándolos. Se instituyó para poder juzgar a los altos cargos de la Corona, en el cual los miembros de la Cámara de los Comunes interrogan a los ministros del gabinete de la Reina, estando estos últimos obligados a contestar (desde luego nada que ver con las explicaciones por videoconferencia dadas por el presidente Rajoy)
Co todo ello es significativo que pudiendo realizarlo, desde hace más de dos siglos no ha habido ningún impeachment en el Reino Unido. El último impeachment se llevó a cabo contra Henry Dundas en 1806.
El impeachment es un tipo de juicio político (llamado también acusación constitucional), cuyo fin es hacer efectivo el principio de responsabilidad de los servidores o funcionarios públicos, particularmente de los más altos cargos o autoridades. La condena a parte de ocasionar su destitución, también autoriza a que sea juzgado por los tribunales ordinarios de justicia si procede.
En definitiva, sobre "estilos democráticos", aún nos queda mucho por aprender.
José M. Rodríguez
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Abelardo (domingo, 01 septiembre 2013 16:17)
Presumimos de una Democracia consolidada, cuando en realidad, aún se encuentra en pañales.
Sobre todo a la hora de asumir responsabilidades y de dotar al parlamento de herramientas de control.
Buen articulo.